El presidente Donald Trump otorgó el jueves el perdón presidencial póstumo a Jack Johnson, el primer campeón negro de peso pesado de boxeo de la historia, que fue condenado en 1913 por tener una relación con una mujer blanca, por lo que perdió su título. Trump, acusado de racista y otros males, reivindicó a un hombre negro al que otros 18 presidentes anteriores condenaron al ostracismo, incluído Barack Obama, primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca.
“Como presidente, concedo el perdón póstumo a Jack Johnson, el primer campeón afroamericano de peso pesado en boxeo, que tuvo una vida muy dura e interesante”, dijo Trump en la firma de esta resolución en la Casa Blanca, en la que estuvo acompañado por el actor Sylvester Stallone y familiares del malogrado púgil.
Stallone llamó en abril a Trump para explicarle la historia de Johnson, fallecido en 1946, y le pidió que le otorgara este perdón póstumo. Seis años antes, un comité integrado por los senadores John McCaine y Ted Kennedy, el rapero Chuck D, el músico de jazz Wynton Marsalis y el actor Samuel L. Jackson habían presentado sin éxito la misma petición a Obama, quien la ignoró, aconsejado por su fiscal, el también afroamericano Eric Holder.
Hijo de esclavos liberados, nacido en 1878, Johnson fue el primer negro en romper la barrera del color de la piel. En 1902, había ganado al menos 50 peleas contra rivales tanto blancos como negros. Su primera corona la conquistó el 3 de febrero de 1903 tras derrotar Ed Martin en un combate a 20 asaltos por el “Título Mundial de Pesos pesado para boxeadores de Color”, así le llamaban. Sus esfuerzos por hacerse con el título absoluto fueron en vano, ya que el campeón James J. Jeffries rechazaba luchar contra él. Blancos y negros podían pelear juntos en otras competiciones, pero no por el título mundial.
Finalmente, conquistó el título mundial el 26 de diciembre de 1908, tras darle una paliza al campeón mundial Tommy Burns en Sydney, Australia. Cada vez que Burns iba a caer, Johnson le sujetaba, para acto seguido continuar golpeándolo.
Tras este combate, las muestras de racismo contra Johnson se multiplicaron. Tanto, que el escritor Jack London clamó por la aparición de una “Gran Esperanza Blanca” que rescatara el título de manos de un negro. Muchos fueron los boxeadores blancos que intentaron derrotarle, incluído el ex-campeón mundial James J. Jeffries, que volvió del retiro con esta única misión. La victoria ante Jeffries, y los provocadores comentarios de Johnson desafiando el sistema racista -en este sentido fue un adelantado de Mohammed Alí- hicieron que las autoridades le acusaran en 1913 bajo la Ley Mann, por cruzar la frontera estatal con una amante blanca, Lucille Cameron. Esa legislación federal prohibía el transporte de un estado a otro de mujeres blancas con “propósitos inmorales”. La mujer vivía con Johnson hacía un tiempo, pero se prestó para incriminarlo y decir que éste la había golpeado.
El boxeador fue detenido y sentenciado a la máxima pena, un año de cárcel. Huyó del país antes de entrar en la cárcel y siguió boxeando en el extranjero durante 5 años.
En 1915, el gigante Jess Willard, noqueó a Johnson en el 26º asalto de su combate en La Habana (en la foto se ve como Johnson se lleva las manos a cara para protegerse del sol). El púgil afirmaría después que había pactado su derrota con el Departamento de Estado norteamericano para que le dejasen visitar a su padre antes de ingresar en prisión. En 1920 Johnson regresó a Estados Unidos e ingresó en la penitenciaria de Leavenworth, donde disputó cinco combates. Se retiró definitivamente en 1938, con 60 años. Murió en un accidente de tráfico en 1946, tras salir de una cafetería en la que se habían negado a servirle.
Jack Johnson, el ex campeón mundial de los pesados y el primer boxeador afroamericano en ostentar ese título, escribió una petición de indulto al presidente Woodrow Wilson mientras cumplía prisión la cárcel de Leavenworth en 1921.
El jueves, el presidente Trump finalmente respondió esa carta, otorgando a Johnson un indulto total e incondicional por su condena de 1913 de un crimen que equivalía a viajar con una mujer blanca.
Pablo De Jesús
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