Está Platero, que era pequeño, peludo y suave, y medio bobito él. Y el Burrito Sabanero, que todos los años se despista camino de Belén y ésta Navidad tendrá trabajo doble porque a los Tres Reyes Magos Donald Trump les quitó la visa y los camellos. También cuenta Rucio, el burro más famoso de la historia porque cargó con Sancho Panza en cada una de las locuras de su señor Don Quijote. Y también están los dos curdas más grandes de la historia de Cuba: el Burro de Bainoa y Panchito, el Burro de Mayabe, en la región oriental de Holguín. Bebedores largo de cerveza de latica y no de pipa. Y está, naturalmente, Nicolás Maduro, más bobo que Platero y Sabanero juntos; borracho perdido como Panchito y el jumento de Bainoa y tan anodino y servil como Rucio, siempre caminando detrás del Rocinante cubano, pisando sus bostas con olor a revolución descafeinada.
Tan obtuso es este Maduro que aún no se ha dado cuenta que el Sociolismo del Siglo XXI se fue a la mierda el domingo 6 de diciembre. El 6D. Este equus africanus asinus que en 2013 se robó las elecciones presidenciales, tiene los dias contados y aún no lo sabe. O prefiere cerrar los ojos, como hacen los burros cuando tiran coces.
La contundente victoria de la oposición, el fin del kirchnerismo en Argentina, las angustias de Lula y Dilma Rousef para evitar la cárcel en Brasil, y el rechazo creciente a los afanes releccionistas de Rafael Correa en Ecuador, no le dicen nada al Burro de Miraflores.
Despotrica, o más bien desburra, contra amigos y enemigos, y amenaza a aquellos rojitos que le negaron el voto: “Yo quería construir 500.000 viviendas el próximo año. Yo, ahorita, lo estoy dudando. Pero no porque no las pueda construir. Yo puedo construirlas pero te pedí tu apoyo y no me lo diste”. Textual, así lo dijo ante las cámaras. Vengativo, rencoroso y miserable.
Tampoco le dice nada que su Ministro de Defensa, General Vladimir Padrino López, le haya vuelto la espalda al decidir el muy zorro no apoyar el megafraude planeado por los cerebritos chavistas para robarle a la Mesa de Unidad Democrática el triunfo popular.
Y menos ha sabido interpretar que su principal enemigo no es la MUD, Leopoldo López, Enrique Capriles, Mauricio Macri, el presidente de la OEA o los Estados Unidos. Lo tiene a su lado, serruchándole el piso cada vez que pide radicalizar el proceso, porque como tiburón avezado, sabe que su mejor pesca está en rio revuelto: Diosdado Cabello es hoy el hombre más peligroso de Venezuela.
Desplazado de la presidencia de la Asamblea Nacional -donde se atrincheró (literalmente) en los últimos años-, con serias acusaciones de narcotráfico en su contra y dinero a chorros debido a su rampante corrupción, Cabello es hoy una fiera acorralada.
El segundo hombre fuerte en la nomenclatura chavista es doblemente peligroso ahora por sus contactos con otros militares, con los que compartió cuartel y la aventura del golpe de estado de Hugo Chávez al presidente Carlos Andrés Pérez en 1992. Va y le da por repetir la intentona de su ex jefe.
Se sabe que los generales Néstor Reverol, comandante de Guardia Nacional, y Juan García Toussaintt, comandante del Ejército, son monos incondicionales de Cabello, y enemigos de Padrino López.
Ya Cabello mueve los hilos para sacar del cargo a Padrino, cuyo periodo de militar activo se vence el 31 de diciembre. Según Nelson Bocaranda, el periodistas más informado de las interioridades de la letrina chavista, “suena para nuevo Ministro de Defensa el Almirante Franklin Montplasier”, un radical amigo de Cabello, hombre de sangre fría y veneno de víbora, capaz de morder a su propio amo.
Pero en la selva de este socialismo tropical, lubricado con arena para que duela más, Cabello y Maduro no se han dado cuenta que otro depredador más grande y voraz está por encima de ellos en la cadena alimenticia. Raúl Castro y sus generales-empresarios intentan tapar a toda prisa los huecos de un Arca de Noé donde burros, tiburones, monos, zorros y víboras se pelean los restos de un patriarca que se murió a destiempo.
Comments
pedro perez
10th December 2015 at 3:54 amTotalmente de acuerdo