Estoy en una larga fila del supermercado para pagar, y aburrido agarro una revista Star del estante. En la portada, una foto de Caitlyn Jenner, y en el interior, el bombazo de que el ex padrastro de las Kardashain quiere ser de nuevo Bruce Jenner. La edición decembrina de Star -especializada en chismes de farándula-, revela que Caitlyn estaría sopesando en regresar a ser Bruce otra vez, debido a que no se siente como la mujer plena y feliz que pensó sería cuando decidió hacerse una operación para cambiar género.
Jenner quiso ser mujer toda su vida, pero ahora que lo ha logrado, constata que las cosas no son tan fáciles como parece. Un amigo cercano de Cait, confesó a la publicación Star que el sueño rosa de Jenner se volatizó desde el mismo momento en que se rellenó de silicona las tetas y el trasero.
“Ella no quiere salir con hombres y todavía está profundamente atraído por las mujeres, pero no muchas mujeres se sienten cómodos saliendo con una mujer que solía ser un hombre”, dijo la fuente anónima.
Incluso, algunos miembros de la comunidad LGBT le acusan de ser un modelo negativo. Tal es su depresión, que está pensando en pasar de nuevo por el quirófano para volver a ser Bruce. “No me gusta ser mujer me siento feo, pero como Bruce, yo solía ser tan guapo y feliz”, dicen que dijo.
Pero la bomba en el reportaje de Star es que Bruce se sometió a una feminización no genital. Por eso los LGTB se sienten traicionados. No es lo mismo un transgénero que un travesti. Fue mucho lo que sufrió Cait con las operaciones, pues además del implante de senos, de una reducción del tamaño de la nuez de Adán y de retoques en la cara para tener un aspecto mucho más femenino, éste padre de seis hijos se sometió a terapias sicológicas para asumir su nueva identidad. Y todo, para terminar descubriendo que con tetas, tampoco hay paraíso.
La salida del closet del entonces Mr Jenner, campeón del decatlón en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, fue muy publicitada a mediados de este año a punto de finalizar. Mereció una portada de Vanity Fair, un documental y un reality show llamado “I am Cait”. Y una crónica que publiqué el 9 de junio de ese 2015, cuando aún no regentaba blog.
I AM CAIT
Querida Caitlyn Jenner, ahora que has tenido el valor (¡y el dinero!) para salir del closet a puro fotoshop, entras en un mundo nuevo y desconocido en el que estarás a gusto por primera vez en 50 y tantos años, pero tendrás que aprender como es de verdad ser una mujer.
Para empezar, se acabó aquello de sacar, mear y sacudir. Ahora tendrás que cargar toda la vida con un rollo de papel sanitario en la cartera y aprender a orinar sin poner las nalgas en el vater. Soportar que el brasier te apriete todo el dia y aguantar las ganas de rascarte la entrepierna porque eso no es bien visto entre mujeres. Sostener el equilibrio sobre unos malditos tacones de aguja y pasarse toda la fiesta sonriendo como si no pasara nada. Ponerte un vestido bien apretadito y soportar las miradas lujuriosas a tu escote y a tu culo. Trabajar como un hombre y cobrar como mujer. Ver que al zoquete lo promueven y él te nombra su ayudante para que le hagas el trabajo y de contra le sirvas el café. Cargar una cartera que parece un Supermarket y ser tratada como una idiota por los mecánicos de un taller. Ser madre soltera, madre casada, madre separada y la mamá de tu eventual marido. Lavar el panti en la ducha y después colgarlo en el toallero como se cuelgan las penas en la portada de Vanity Fair. Depilarse cada dos-tres dias porque una mujer peluda es como un oso tras salir de hibernación, pero un hombre peludo es remacho a todo dar. Sufrir al escoger el color de la pintura de uñas, o que el rímel no se te corra hasta el ombligo cuando lloras y el creyón de labios pegue con la cartera y los zapatos.
En tu jaula de cristal Kardashian, tal vez nunca tengas que sufrir una paliza, no serás lapidada, azotada, golpeada o sometida a una ablación de clítoris como ocurre a diario en todo el mundo, ni tendrás que sumarte a una conga de gente LGBT a la que después llevan a paso de conga por su género.
En tu nueva condición, al menos tienes la ventaja de no sangrar durante 7 días sin morirte; tampoco llevar una vida en tu panza durante 9 meses, aguantarte los dolores terribles de los partos -igual ya no tienes edad para esas cosas- y decirle a tu pareja que mejor lo dejamos para mañana porque me duele la cabeza.
Vas a entender, querida Cait, que eso del Sexo Debil es pura invención del Sexo Fuerte para acallar complejos.
Gracias Zena. Fueron cuatro años de sufrimiento, hasta el 2000 en que les dieron la famosa tarjeta blanca. Cuando vi a mis hijas en el aeropuerto no las reconocí. La mayor ya tenía 14 años y menor 9. Pero bueno, eso quedó atrás y ahora nos dedicamos a ser felices. Un feliz Año 2016 para tí y todos los tuyos.
Comments
María del Carmen
27th December 2015 at 7:49 amQue “mambo” tiene en la cabeza…¿?
¡Un psicólogo por allá…!
Zena
31st December 2015 at 11:36 amMundo loco, gente más loca aún… Muy bueno el post, excelente tu crónica I´am Cait
Abrazos,Pablo
Pablo Socorro
31st December 2015 at 3:16 pmGracias Zena. Fueron cuatro años de sufrimiento, hasta el 2000 en que les dieron la famosa tarjeta blanca. Cuando vi a mis hijas en el aeropuerto no las reconocí. La mayor ya tenía 14 años y menor 9. Pero bueno, eso quedó atrás y ahora nos dedicamos a ser felices. Un feliz Año 2016 para tí y todos los tuyos.