Copio a mi amiga Nuvia Ines Estevez, mujer de gran corazón. No se si este post es de ella o lo tomó de otra persona, pero en este caso lo importante es el mensaje, y no el mensajero.
MIS PADRES ME ENSEÑARON: NO COMAS DELANTE DE LOS DEMÁS SI NO TIENES SUFICIENTE PARA TODOS. SI TIENES UNA FIESTA E INVITAS A TUS COMPAÑEROS DE CLASE, ESTÁN TODOS INVITADOS. CUANDO TE OFREZCAS EN AYUDAR, SE EL PRIMERO EN LLEGAR Y EL ULTIMO EN SALIR. Y LA MUY FAMOSA REGLA DE ORO: “TRATA A LOS DEMAS COMO QUIERES QUE TE TRATEN A TI”.
A LA LUZ DE LOS RECIENTES ACONTECIMIENTOS SOBRE LA EXCLUSIÓN DE UN NIÑO AUTISTA DE PARTICIPAR EN UN VIAJE ESCOLAR, SIENTO LA NECESIDAD DE ESCRIBIR ESTO.
HAY NIÑOS Y NIÑAS QUE NADIE INVITA A UN CUMPLEAÑOS. HAY NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES QUE QUIEREN PERTENECER A UN EQUIPO, PERO NUNCA SON SELECCIONADOS, PORQUE ES MÁS IMPORTANTE GANAR.
LOS NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES NO SON RAROS O EXTRAÑOS. ELLOS SOLO QUIEREN LO QUE TODOS LOS DEMAS QUIEREN: SER ACEPTADOS!!. SOIS LOS PADRES LOS QUE ENSEÑAIS A VUESTROS HIJOS A CRITICAR, PREJUICIAR, SEPARAR, Y ODIAR O A INCLUIR, A RESPETAR, AMAR, CUIDAR, Y COMPARTIR. SE EL MEJOR EJEMPLO PARA TUS HIJOS Y ESTARÁS CAMBIANDO EL MUNDO DE ALGUIEN.
PUEDO HACER UNA PREGUNTA?
HAY ALGUIEN DISPUESTO A COPIAR Y PEGAR ESTE MENSAJE EN SU MURO SIN COMPARTIRLO, COMO YO LO HICE POR UN AMIGO?
Hasta aquí el mensaje de Nuvia. Me recordó mis primeros dias en Miami, cuando arbritaba juegos de softbol en la Liga de Mario en Tamiami, y béisbol de ligas infantiles para buscarme la vida.
Cierto dia oficiaba detrás del home en un partido de Pequeñas Estrellas, chicos de 9-10 años, en su mayoría hijos o nietos de cubanos, con las gradas repletas de padres que soñaban conque su vástago fuera un astro de Grandes Ligas. O al menos que tuviera un rato de diversión. Era un juego reñido, pues los errores abundaban y las carreras repletaban la pizarra. Un partido tipo montaña rusa. El mánager del equipo visitante era un tipo desagradable, que no se mordía la lengua para insultar a los pequeños de su equipo cuando cometían una pifia o se ponchaban. Ni tampoco a los del equipo contrario, ningunéandoles cuando iban a batear, como forma de animar al pitcher, que era su propio hijo.
Paco, el mánager de la otra novena, me miraba y meneaba la cabeza. Era un dentista retirado que empleaba su abundante tiempo libre en entrenar y costear con su dinero a un equipo de niños, hijos de sus expacientes y amigos. En el último inning, el club de Paco perdía por dos carreras, pero llenó las bases con dos outs y el entrenador envió de emergente a un pequeño que le faltaba un brazo, y que se había pasado todo el tiempo de bat boy de sus compañeros. Fue una decisión valiente y sensata la de Paco. Un mensaje a sus chicos de que ganaran o perdieran, los riesgos se asumían como equipo, más allá de la individualidad. Tal vez no llegaran a las Grandes Ligas, pero aprenderían que tanto en el béisbol como en la vida, uno no puede ir de pirata solitario por el mundo.
El mánager criticón había mantenido todo el tiempo a su hijo en la lomita (se jugaba sólo a cinco innigs) aunque el chico ya mostraba signos de cansancio. Al ver al bateador, y su limitación, el despiadado le gritó a su vástago: “¡poncha al manco e’mierda ese y mata el inning!”. Se hizo un silencio brutal en las gradas. El chico de un solo brazo ni se inmutó. Tal vez no entendió el insulto. O estaba acostumbrado. Sentí lástima por él, y ahí mismo detuve el juego y expulsé al imbécil. Era la primera vez que lo botaban de un encuentro, pues nadie quería buscarse problemas. Casi nos vamos a las manos, pero otros padres intervinieron y al final se tuvo que ir. Cuando se reanudó el choque, el chico minúsvalido le sonó un tubey al pitcher y su equipo ganó el encuentro. Mientras sus compañero cargaban en hombros al héroe del partido, el pequeño pitcher lloraba de amargura, tal vez temeroso del regaño de su padre. Y sentí compasión por él.
¿Cuál de los dos pequeños tenía más limitaciones? Hoy deben ser hombres de casi 30 años, tal vez con hijos. ¿Será el chico de un solo brazo un resentido social o un hombre feliz? ¿El del padre abusivo estará repitiendo el patrón con su propio hijo? Nuestros hijos son espejos de nuestras almas. Están hechos a imagen y semejanza de sus progenitores. Nos creemos que les enseñamos a andar por la vida, cuando son ellos los que nos enseñan que la vida es algo más que un camino con principio y fin. Les tomamos de la mano para cruzar una calle, y cuando son adultos nos aferramos a sus manos para cruzar la misma calle de vuelta. Enseñémosles a no confundir la compasión con la lástima. Cuando alguien te da lástima significa que te sientes en un plano superior a él. La compasión tiene que ver con la solidaridad, porque existe una enorme diferencia entre meter las narices en los asuntos del prójimo y meter el corazón en sus problemas. Como dice el texto, “SE EL MEJOR EJEMPLO PARA TUS HIJOS Y ESTARÁS CAMBIANDO EL MUNDO DE ALGUIEN”.
Pablo de Jesús
Los Angeles Sep 30/2017
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